Artículo original escrito por: Anna Boone

Traducido por: Kaylynn Perez

Advertencia de contenido sensible: Se mencionará el tema del abuso sexual. Se recomienda discreción.

“¿Entonces, eso es todo?” pregunte en voz alta con mi computadora en frente de mí. Acabe de contarle mi incidente a una profesional del Título IX en una llamada digital. Mi coordinador responde con algo así como “Siento que no podamos ayudarte con este incidente…” – yo ya no podía escuchar; estaba demasiado concentrada en cómo mi corazón se sentía como se estuviera hundiéndose en mi pecho. Me sequé las lágrimas que estaban en mi cara – no sabía que volver a contar mi incidente me hiciera llorar tanto. Hoy, no quiero contarles esa historia, quiero hablar de la historia después de la historia. Esto nos lleva a la pregunta principal: ¿qué le pasa a un estudiante después de reportar de Titulo IX? En primer lugar, tenemos que discutir…

¿Qué es Titulo IX? 

Título IX es una ley federal que dice: “Ninguna persona en los Estados Unidos será excluida de participar, negada beneficios, ni sometida a discriminación debido al sexo de la persona en ningún programa o actividad que reciba ayuda económica federal”. ¹ Originalmente, la ley tenía la intención de abordar la discriminación de género en los deportes, pero desde entonces se ha expandido para incluir todos los programas educativos, actividades o servicios financiados por el gobierno. Título IX está establecido para proteger a las personas de la discriminación de género, el acoso y la violencia sexuales, pero muchas oficinas abordan una variedad de temas. Por ejemplo, en la Universidad de Texas en San Antonio, su oficina se ocupa de cuestiones que van desde la discriminación basada en clases protegidas, como la raza, el color, el sexo, la religión, el origen nacional, la edad, la discapacidad, la ciudadanía, la condición de veterano, la identidad/expresión de género o la orientación sexual. ² La ley del Título IX suele ser un tema del que se habla en las discusiones sobre la educación superior, como los colegios y universidades, ya que están financiadas por el gobierno federal. Y tener estos sistemas como el Título IX es tan vital ya que el 13% de todos los estudiantes de posgrado y pregrado experimentan violación o agresión sexual a través de la fuerza física, la violencia o la incapacitación. ³ Además, los estudiantes universitarios corren un mayor riesgo de agresión sexual desde el comienzo del semestre de otoño hasta las vacaciones de Acción de Gracias, ya que es cuando estadísticamente se encuentra que ocurren más del 50% de todas las agresiones sexuales universitarias. ⁴ A través del Título IX, estas instituciones educativas tienen el potencial de ayudar realmente a estos estudiantes universitarios con situaciones traumáticas como el acoso sexual, asalto y más. Entonces, ¿cómo es el proceso para esos estudiantes universitarios?

El Proceso de Título IX  

En términos generales, la mayoría de las universidades tienen una oficina de Título IX que los coordinadores de Título IX y otros investigadores de Título IX operan dentro un proceso bien comunicado de la presentación de informes. A los estudiantes les permite reportar a estas oficinas en persona, por el teléfono y muchas de las oficinas de Título IX ofrecen esta opción o puedes poner tu información en la página de la universidad. Si estás reportando, vas a recibir preguntas como tu nombre, tu información de contacto, dónde pasó el incidente, qué pasó, y la lista continúa. Cundo reportas, los profesionales de Titulo IX son responsables de recibir e investigar estos reportes. Los reportes que son investigados formalmente tienen la posibilidad de resultar en sanciones para el presunto perpetrador, si los profesionales de Titulo IX determinan que ese es responsable de la supuesta mala conducta. No todos los reportes hechos en las oficinas de Titulo IX son investigados y adjudicados formalmente. Los profesionales del Título IX tienen que determinar si el acoso es justificable, lo que significa básicamente que tienen que determinar si el incidente “cuenta” como acoso sexual u otro tipo de y ese elegible para ser investigado formalmente. Toda la sección del Título IX, que es totalmente un artículo diferente, pero para explicar brevemente lo que constituye acoso sexual bajo Título IX, a continuación, se muestra la definición exacta que se ha establecido en la Regla Final de Título IX. Desde el 14 de agosto de 2020, la Regla Final de Título IX está en efecto para K-12 y colegios/ universidades, y en esta nueva regla de Título IX, si bien establece lo que las instituciones educativas deben hacer y tienen prohibido hacer, también refina la definición de acoso sexual que se enumera aquí:

Pero, en breve, si sentiste que estaba mal, repórtalo. Repórtalo, repórtalo, repórtalo. No puedo enfatizar esto lo suficiente. No aconsejo a los estudiantes universitarios que miren esto antes de reportar por temor a que esto pueda disuadirte de denunciar. Simplemente quiero mostrar esto para explicar mejor este proceso y sus complejidades.

Y este es solo el comienzo del proceso. Para capturar de la mejor manera qué estos pasos se encuentran en las etapas iniciales del proceso del Título IX, aquí está la descripción general de los Procedimientos de Quejas de Conducta Sexual Inapropiada de Título IX para la universidad Our Lady of the Lake (OLLU). La parte amarilla del gráfico es lo que ya he explicado. Además, ten en cuenta que este es el Proceso del Título IX de OLLU, así que no es una réplica exacta de todo proceso de Título IX, por ejemplo, la “Justicia Restaurativa Facilitada por la Misión y el Ministerio” es algo personal a la universidad, ya que es una universidad católica que tiene un departamento de Misión y Ministerio” es algo personal de la universidad católica que tiene un departamento de Misión y Ministerio. Pero esta imagen es un gran gráfico para explicar de un vistazo qué es un proceso del Título IX.

Para llegar al tema principal de lo que sucede después que termina el caso, no vamos a sumergiremos en el proceso de investigación, pero, en resumen, si eres idóneo, tu reporte se investigará formalmente. Después de la investigación, los estudiantes recibirán un resultado de la investigación y aquí es donde comienza otro capítulo en los cuentos del sobreviviente.

Otro Capítulo

Si pasas por el proceso oficial del Título IX y recibes un resultado/resolución formal, o no eras idóneo para pasar por el proceso, todavía te quedas con el resultado educativo. Los investigadores Cipriano, Allison E., Kathryn J. Holland, Nicole Bedera, Sarah R. Eagan y Alex S. Diede estudiaron entre un grupo de estudiantes de postgraduado. En su investigación, publicada en 2022, entrevistaron a 32 estudiantes de postgraduado que reportaron el acoso sexual a la oficina del Título IX de su universidad. ⁵ Uno de sus objetivos en este estudio fue comprender si estos estudiantes habían experimentado alguna consecuencia educativa, es decir, si estas experiencias conducían a dificultar su acceso a la educación. Como muchas de estas víctimas tenían presuntos agresores en su propio departamento, como su consejero, un compañero de clase, etc., a estas víctimas se les obligó ver a sus presuntos agresores frecuentemente. De los 32 estudiantes entrevistados, 31 habían experimentado graves consecuencias que afectaban su educación. ⁶ Por ejemplo, una de las estudiantes de postgraduado, Aleena, discutió que su agresor era un calificador en una de sus clases y por esto, sentía que iba a reprobar esta clase. ⁷ Con su agresor en una posición de poder, obstaculizaba la capacidad de Aleena para concentrase en lo que simplemente debía hacer en la universidad, aprender. En definitiva, la pone en desventaja académica frente a sus compañeros.

Otro problema que examinó este estudio fue el tema de los casos de los estudiantes que se desestimaron porque los incidentes no eran suficientemente “graves”. Por ejemplo, para el caso de Aleena, fue que su presunto agresor no violó el código de conducta estudiantil porque su acción no fue “severa” y que no interfirió con su capacidad para beneficiarse de sus oportunidades educativas en su universidad, pero ella afirma que es “una tontería porque definitivamente tiene repercusiones muy, muy reales” en su capacidad para tener éxito. Luego entramos en un tema completamente diferente con el Título IX: ¿pueden las regulaciones del Título IX sobre lo que constituye un caso “grave” perjudicar a los estudiantes o es esto un asunto de las oficinas del Título IX en que los investigadores del Título IX están desestimando casos debido a sus prejuicios y creencias personales que inciden en el proceso? El problema de que el comportamiento denunciado se considere no procesable como acoso sexual es un gran problema porque, aunque existen reglas establecidas por Título IX en qué califica para ser tomado como un caso bajo Título IX, es posible que no se sigan adecuadamente por los profesionales. Por ejemplo, en este mismo estudio, la estudiante de postgraduado Anne, le dijeron que su caso no calificaba como acoso sexual porque “solo había sucedido una vez y tenía que suceder más de una vez para que se considerara realmente acoso sexual verdadero”, lo que podría llevar a los estudiantes como Anne a sentirse invalidados por lo que experimentaron.

No solo hay una consecuencia educativa que los estudiantes podrían experimentar después de pedirle ayuda a su Universidad, sino que también hay una consecuencia emocional. Por ejemplo, la ex estrella del fútbol Katie Meyer era compañera de una jugadora de fútbol femenino de primer año que informó a las autoridades de la universidad de Stanford que presuntamente había sido agredida sexualmente por un miembro del equipo de fútbol americano el día anterior. ⁸

Una semana después, Katie supuestamente derramó café sobre el jugador de fútbol americano acusado mientras estaba en su bicicleta. La acusación contra el jugador de fútbol americano universitario nunca fue investigada de manera significativa por los ofíciales de Stanford, pero Katie, quien explicó que lo del café fue un accidente, el decano asociado Caldera presentó una queja en nombre del jugador de fútbol americano, con copia a muchos otros administradores en el proceso. Katie experimentó tantas consecuencias educativas y resultado emocionales, y cayó en una profunda depresión después de un caso que ahora se había vuelto en su contra. Meyer hasta escribió que había “tenido miedo durante meses de que mi torpeza arruine mis posibilidades de dejar Stanford en buenas circunstancias”, lo que demuestra que el costo de su investigación tuvo en su salud metal y las consecuencias académicas que enfrentaba, simplemente por algo que, según explicó, fue un derrame accidental de café. La universidad justificó su revisión disciplinaria y fue amenazada con la retención de su título académico y la posible expulsión de la universidad. Otra vez, ten en cuenta que, aunque esto pasó por una supuesta taza de café derramada, que la oficina del Título IX había tomado la decisión de no continuar con el caso de su compañera, sobre este mismo jugador de fútbol americano por supuestamente besar a una jugadora de fútbol femenino sin permiso, además porque no había suficiente información para seguir adelante. La presión de los funcionarios de la universidad aumentó cuando unos meses más tarde recibió un correo electrónico/ carta de “Violación de la Norma Fundamental” en el que se le informó que su título quedaría en espera hasta que se resolviera el asunto y que, dependiendo del resultado, podría ser expulsada de Stanford. Recibió la carta el 28 de febrero de 2022 y, desafortunadamente, el 1 de marzo de 2022, unos días después, a Katie la encontraron muerta en su dormitorio con la carta abierta en su computadora. Esta nunca debe ser una circunstancia que los estudiantes deban verse obligados a elegir porque llegan a un punto de desesperanza. Cuando los estudiantes no cuentan con el apoyo de su universidad, sienten que no tienen más remedio que recurrir a estas opciones drásticas. Aquí hay una correlación clara y directa de lo mucho que significa la escuela para estos estudiantes como Katie, quien estaba desolada por la posibilidad de perder esta oportunidad académica. Pero sin el apoyo apropiado de la universidad, las escuelas pierden a grandes estudiantes como Katie debido a esta falta de ayuda institucional. Stanford afirma que “ofrecieron la oportunidad de tener a un asesor que trabajara con ella y la oportunidad de tener alguien que la acompañara a cualquier reunión con el personal de OCS”, pero después de todo el rechazo que le dio la universidad, como estudiante, puedo entender por qué no creía que le serían útiles. Por lo que vio que pasó con el caso de su compañera y la falta de apoyo, ¿por qué Katie o cualquier otro estudiante tendría razones para creer que apoyarían el caso de Katie?

A pesar de trabajar para la universidad, representarlos a través de los partidos de fútbol y ser una estudiante universitaria con un GPA de 3.8, Katie Meyer no recibió la misma atención de la universidad que le dio a la universidad al ser un miembro activo de ese campus. Resulta que esto es un fenómeno y tiene un nombre: “traición institucional”. El termino traición institucional fue acuñado por Jennifer J. Freyd, PhD, profesora emérita de psicología en la Universidad de Oregón y una investigadora, en muchos otros títulos. Se refiere a los “delitos perpetrados por una institución contra las personas que dependen de esa institución, incluida la falta de prevención o de respuesta de apoyo a los delitos cometidos por individuos (por ejemplo, la agresión sexual) en el contexto de la institución”. ⁹ El primer uso del término se remonta a una presentación de Freyd a principios de 2008 en la que se conectó con la teoría del trauma de la traición, que es una teoría que “predice que el grado en que un evento negativo representa una traición por parte de otro necesitado y de confianza influirá en la forma en que esos eventos se procesan y se recuerdan”. ¹⁰  El término se refiere al concepto de que cuando las personas que dependen de una institución para su seguridad y bienestar no reciben esa confianza y seguridad por parte de la institución, se sienten traicionadas. Esta traición institucional también puede conducir a cosas como dejar la universidad por completo. En otro estudio realizado por la organización “Know Your Title IX”, en los más de 100 estudiantes supervivientes que denunciaron formalmente la violencia sexual en sus escuelas, encontraron que un 39 por ciento de los sobrevivientes que denunciaron la violencia sexual en sus escuelas experimentaron una interrupción sustancial en su educación. Para desglosar aún más estos datos, el 27 por ciento de los sobrevivientes que informaron tomaron un permiso de ausencia, el 20 por ciento se transfirió de escuela y casi el 10 por ciento abandonó la escuela en total ¹¹ … y esto es exactamente lo que yo tuve que hacer.

¿Como es después de Título IX? 

La razón por que elegí St. Mary’s University y la razón por la que estoy aquí en St. Mary’s son dos razones diferentes, aunque para el estudiante promedio, estas dos van de la mano. La razón por la que elegí St. Mary’s University es porque tengo esperanzas de estar en el campo legal alguien día y me atrajo mucho tener acceso a los recursos asociados con la ley aquí. Pero la razón por la que estoy aquí es en realidad porque tuve que huir de la universidad en la que estaba. Huir puede parecer una palabra dramática, pero asistir a una nueva universidad donde no vives con el miedo de encontrarte con tu perpetrador, hace que una nueva universidad parezca un refugio seguro.

¿Entonces cómo es? Para mí fue difícil. Me quedé con la sensación de que era la única que había sido rechazada por este sistema. Tuve que empezar de nuevo en una escuela completamente nueva, dejando atrás a viejos amigos de la universidad, grandes tutorías con profesores, etc. Mientras escribo esto, me emociono al describir cuánto amaba genuinamente este campus. Sobre todo, dolía porque estaba en casa, al menos eso es lo que solía sentir. Ahora todo está manchado por el problema de que no recibí el apoyo adecuando. Después de todos los años que le di a la universidad, toda la matrícula, el amor, el tiempo y la dedicación, sentí que amaba a una universidad que a su vez no me amaba a mí. Por el dolor de esta traición combinado con el miedo por mi seguridad, hice la única opción que sentí que me quedaba, que era de irme.

Para decir la verdad, me resulta ser difícil terminar este articulo con una “buena” nota, ya que este es un tema muy difícil de discutir. Pero por lo mínimo, es importante que los administradores, los profesores, el personal y los coordinadores de Título IX tengan una idea de cómo puede ser la experiencia del Título IX para un estudiante universitario. Es necesario considerar la traición institucional cuando se trabaja con estudiantes involucrados en este proceso. Es importante hacer disponibles para todas las partes involucradas en el proceso los recursos imparciales de asesoramiento. Aunque estoy en las primeras etapas de mi carrera, sé que algún día mi experiencia puede ayudar a instituir un cambio en el sistema del Título IX, sea a nivel local o a nivel nacional. Y en mi historia, quiero aclarar que, aunque me siento traicionada por mi universidad anterior, no quiero decir que es una universidad terrible. Mi universidad anterior, era cómoda para mí, era como un té verde con limón y miel, cálido con dulce y un poco de sabor. Incluso ahora, si me preguntas sobre esta universidad, todavía hablo de ella de manera muy amable. Los estudiantes son los más amables que conocerías nunca. Igual diría que son las personas más orientadas a la comunidad que yo he conocido, asegurando de que todos avancemos juntos. Diré que hay algunos profesores que son tan excelentes, que sientes que no los mereces. Y cuando los conoces, son tan apasionados por su campo que siempre querrás que esa profesión sea tu especialidad. Diré que el campus es tan hermoso que querrías comer afuera todos los días solo para tener una vista del paisaje.

Pero como todo té con limón recién exprimido, a veces entran malas semillas. Eso no significa que sea malo el té, sino que simplemente yo ya no podía tragar más las semillas.