StMU Research Scholars

Featuring Scholarly Research, Writing, and Media at St. Mary's University
April 13, 2025

La relación entre la lingüística y la dislexia

Mi camino con la dislexia estuvo guiado por educadores que se negaron a dejar que me perdiera en las grietas del sistema educativo. Ahora, al trabajar con estudiantes, veo las mismas luchas en ellos. Una alumna con quien trabajo, una niña inteligente de quinto grado, enfrenta desafíos similares a los que yo viví. Con mi conocimiento limitado sobre la dislexia y la lingüística, hago lo posible por apoyarla. Esta experiencia me llevó a preguntarme: ¿Cómo funciona la dislexia desde un punto de vista lingüístico? ¿Por qué leer y escribir es un reto para algunos mientras que para otros es algo natural? En este artículo, se explorará cómo la dislexia se manifiesta en estos niveles lingüísticos, con el propósito de comprender mejor los efectos de la dislexia y considerar mejoras en las estrategias escolares.

Para responder a estas preguntas, es fundamental analizar la dislexia desde la perspectiva de la lingüística, lo cual requiere conocer los principales campos de estudio de esta disciplina. La lingüística es el estudio científico del lenguaje y abarca diversas áreas claves (Crystal, 2010). De estas, la fonética y la fonología se centran en los sonidos del lenguaje y su organización sistemática, mientras que la morfología estudia la estructura y la formación de las palabras. La sintaxis analiza la estructura de las oraciones y las reglas sobre su correcta formación y la semántica establece los principios que explican el significado de palabras y oraciones (Hualde et al., 2020; Koike & Klee, 2013). En este análisis nos enfocaremos en la fonología, la fonética y la ortografía, ya que son fundamentales para comprender las dificultades que enfrentan las personas con dislexia.

Explorando la dislexia a través de los niveles lingüísticos. Cortesía de Wikimedia Commons.

La dislexia, por sí sola, es un concepto tan complejo que encontrar una definición sólida que abarque todos sus componentes y con la que todos estén de acuerdo es igual de complicado. Es irónico, por supuesto. Definir la dislexia es difícil; no sería dislexia si no fuera complicada de definir. Después de revisar varias definiciones, la que más resonó es la de Luz Rello. “La dislexia es una dificultad específica del aprendizaje de origen neurobiológico. Se manifiesta a través de problemas en el reconocimiento preciso y fluido de las palabras, así como en la decodificación y a la escritura” (Rello, 2018, p. 33). Estas dificultades tienen su origen en un déficit fonológico y no pueden atribuirse a una capacidad cognitiva reducida ni a una enseñanza escolar deficiente (Rello, 2018).

Una dificultad clave en la dislexia es el déficit en el procesamiento fonológico, el que afecta la capacidad de una persona de identificar y manipular los sonidos del habla (los fonemas), un proceso esencial para aprender a leer y escribir. Las personas con esta dificultad tienen problemas con la conciencia fonológica, es decir, reconocer las unidades lingüísticas y manipularlas de manera deliberada (Rello, 2018). Este déficit impacta directamente la relación entre el lenguaje oral y escrito, que es una manera en que la lingüística puede ayudar a entender la dislexia.

En este sentido, las personas con dislexia suelen tener problemas para reconocer y diferenciar los sonidos del habla y vincularlos con sus representaciones escritas (los grafemas o las letras). Por ejemplo, cuando tengo la oportunidad de ayudar a la estudiante de quinto, noto que ella tiene dificultad para reconocer la relación entre el símbolo y el sonido. Para apoyarla, practicamos los sonidos de cada letra. En lugar de repasar el alfabeto repitiendo simplemente el nombre de cada letra, nos enfocamos en el sonido o los sonidos que representa cada letra. Reconozco que ella tiene dificultades con la correspondencia entre letra y sonido, y a menudo confunde letras que tienen sonidos similares. Por ejemplo, pude observar que la alumna tiene problemas para diferenciar el sonido /ks/ de la letra “x” y el sonido /s/ en inglés y así llegué a entender como los déficits fonológicos descritos por Rello (2018) se manifiestan en la práctica. Desde el enfoque lingüístico, la fonología explica cómo las personas con dislexia procesan los sonidos y por qué tienen dificultades con los fonemas (Rello, 2018). Estos desafíos impactan directamente en la lectura y la escritura, ya que afectan la conciencia fonológica y el procesamiento fonémico, reforzando la fuerte conexión entre el estudio de la disléxica y el entendimiento de las estructuras lingüísticas.

Otro desafío principal en la dislexia es el déficit en la decodificación, que se refiere a la dificultad de traducir los símbolos escritos (los grafemas) en sus sonidos correspondientes, lo que afecta la capacidad de leer con precisión y fluidez (NICHD, 2020). Esta dificultad proviene de un déficit en el procesamiento fonológico, es decir, la capacidad de reconocer letras y palabras escritas mediante la transformación de grafemas en fonemas durante la lectura, y de fonemas en grafemas durante la escritura (Rello, 2018).

Sonidos consonánticos y sonidos vocálicos del español. Cortesía de Quilis (1985, 1993).

Es posible establecer una relación entre el estudio del lenguaje y el de la dislexia, ya que ambos analizan el procesamiento lingüístico, especialmente en lo que respecta a los sonidos, los símbolos y la estructura de lenguaje. La fonética y la fonología desempeñan un papel crucial en la decodificación, ya que las personas con dislexia suelen tener dificultades para distinguir los sonidos del habla, lo que provoca errores en la lectura en voz alta, la ortografía y la pronunciación (Snowling, 2000). Esto puede explicarse en términos del signo lingüístico, ya que en la dislexia se ve afectada la relación entre el significante (la forma escrita o sonora de la palabra) y el significado (el concepto que representa) (Hualde et al., 2020). Por lo tanto, los déficits fonológicos en la dislexia no son solo un problema de lectura, sino un desafío lingüístico más amplio relacionado con el reconocimiento y procesamiento de los sonidos.

Las dificultades en la producción escrita asociadas con la dislexia se manifiestan a través de errores ortográficos, problemas en la estructura de las frases y dificultades para organizar ideas en un texto (Snowling, 2000). Tales complicaciones no solo afectan la precisión de la escritura, sino también la claridad y coherencia del mensaje. Las causas de las dificultades pueden deberse a déficits en la memoria funcional, el procesamiento fonológico o la coordinación motor fina (Rello, 2018).

Uno de los trastornos relacionados con la dislexia y las dificultades en la escritura es la disgrafía, que convierte la redacción en un desafío tanto físico como cognitivo (Rello, 2018). La disgrafía no solo afecta la legibilidad de la escritura, sino también la capacidad de plasmar ideas de manera clara y estructurada. Dicho trastorno explica por qué escribir puede convertirse un proceso frustrante para quienes tienen dislexia, ya que no se trata únicamente de errores ortográficos, sino de un reto más profundo en la construcción del pensamiento. Desde la perspectiva lingüística, la disgrafía se analiza en relación con la ortografía, la fonética, y la morfosintaxis, ya que los errores en la escritura pueden revelar patrones de dificultad para asociar letras con sonidos. Estas limitaciones generan fallos ortográficos y afectan la forma en que el cerebro procesa los símbolos escritos. Además, las personas con disgrafía suelen enfrentar obstáculos con la sintaxis y con la memoria de las estructuras gramaticales, lo que impacta directamente en la fluidez y coherencia de sus textos.

Reflexionando sobre esta relación y métodos pedagógicos para hacer mejoras en la instrucción de estudiantes con dislexia, este 1 de marzo asistí a una conferencia sobre la dislexia en la Region 20, una agencia educativa que les brinda apoyo y desarrollo profesional a las escuelas del sur de Texas. En esta conferencia tuve la oportunidad de escuchar presentaciones de Jennifer Hasser y la Dra. Norma Hancock. Ambas exposiciones resaltaron aspectos fundamentales para la enseñanza y la diagnosis de la dislexia, enfatizando la necesidad de un enfoque integral en la educación.

La presentacion de Hasser abordó las estrategias pedagógicas para enforcarse en la enseñanza de reglas ortográficas para estudiantes con dislexia. A través de actividades dinámicas, como juegos y mini lecciones, demostró la importancia de incorporar las reglas gramaticales de manera explícita en la enseñanza (Hasser, 2025). Este enfoque facilita la comprensión de los patrones lingüísticos, un aspecto crucial para los estudiantes con dificultades en la lectura y escritura. Su exposición me recordó la importancia de la enseñanza estructurada de reglas lingüísticas, algo que también he experimentado en mi propio aprendizaje del español en un curso en la Universidad de St. Mary’s. La falta de instrucción explícita de estas reglas, incluso en la educación general, demuestra la necesidad de implementarlas no solo para estudiantes con dislexia, sino para toda la población estudiantil.

Infografía de la relacion entre la dislexia y la lingüística. Cortesía de Xochilt y Julisa Vega

Por su parte, la Dra. Hancock presentó información sobre el Trastorno del Desarrollo (DLD, por sus siglas en inglés) del comprender y utilizar el lenguaje de manera efectiva. Hancock (2025) dijo que el DLD puede presentarse tanto en estudiantes con dislexia como en aquellos sin el diagnóstico, lo que puede llevar a evaluaciones erróneas y a la falta de apoyo adecuado para ellos. Este aspecto es crucial, ya que, si no se considera el DLD en el proceso de evaluación, algunos estudiantes pueden ser diagnosticados incorrectamente con dislexia y no recibir las intervenciones apropiadas. Además, el DLD se relaciona directamente con el tema de este artículo, ya que pone en evidencia la importancia del área de sintaxis y semántica de la lingüística en el proceso de diagnóstico y comprensión de las dificultades del lenguaje. A través de los análisis lingüísticos es posible diferenciar las características especifica de la dislexia y distinguirla de otros trastornos como el DLD, lo cual permite brindarle a cada estudiante el apoyo que realmente necesita.

En conclusión, esta conferencia reforzó la importancia de educar a los docentes sobre la enseñanza explícita de las reglas lingüísticas y la identificación precisa de los trastornos del lenguaje. La dislexia no es solo una diferencia de aprendizaje, sino también un desafío que impacta el lenguaje, la lectura, la escritura y la percepción de uno mismo. A través de la lingüística, podemos comprender mejor las dificultades que enfrentan los estudiantes con dislexia, desde los problemas fonológicos hasta los desafíos estructurales en la lectura y la escritura. Esta relación nos ayuda a desarrollar mejores enfoques educativos y garantiza que los estudiantes con dislexia reciben el apoyo que necesitan.

Aunque no aún no soy educadora, especialista en dislexia, ni patóloga del habla, sé que quiero ser una defensora de aquellos que luchan como yo lo hice en su momento. No he “superado” la dislexia, pero he aprendido a tener éxito con ella, demostrando que es posible alcanzar logros académicos a pesar de los desafíos. Muchos estudiantes con dislexia se sienten incapaces porque, lamentablemente, algunos educadores les imponen estereotipos limitantes. Estas luchas internas pueden generar frustración y hacer que duden si mismo. He vivido esos sentimientos de derrota y de no ser suficiente desde tan temprano como el tercer grado. Son emociones que ningún niño debería experimentar solo por aprender de manera diferente al resto. Más que nada, espero motivar a los educadores a reconocer a estos estudiantes y no dejar que se pierdan en el sistema educativo. Esta problemática es una injusticia que a menudo se ignora, aunque todos la conocen.

 

Referencias 

Crystal, D. (2010). A little book of language. Yale University Press.

Hancock, N. (2025, March). Hiding in plain sight: DLD in the context of DLD with and without dysleixa [Conference presentation]. Beyond the Letters, Region 20

Hasser, J. (2025, March). Juggling phonology, morphology, and othorgraphy instruction without dropping the ball [Conference presentation]. Beyong the Letters, Region 20.

Hualde, J. I., Olarrea, A., Escobar, A. M., Travis, C. E., & Sanz, C. (2020). Introducción a la lingüística hispánica (3rd ed.). Cambridge University Press.

Koike, D. A., & Klee, C. A. (2013). Lingüistica aplicada: Adquisición del español como segunda lengua (2nd ed.). Wiley.

National Institute of Child Health and Human Development. (2020, March 5). What are reading disorders? US Department of Health and Human Services. https://www.nichd.nih.gov/health/topics/reading/conditioninfo/disorders

Quilis, A. (1985). El comentario fonológico y fonético de textos: teoría y práctica. Arco/Libros.

Quilis, A. (1993). Tratado de fonología y fonética españolas. Gredos.

Rello, L. (2018). Superar la dislexia: Una experiencia personal a través de la investigación. Ediciones Paidós.

Snowling, M. J. (2000). Dysleixa (2nd ed.). Blackwell Publishers.

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