¿Alguna vez te has detenido a pensar en las distintas formas de pronunciar la letra x en palabras como examen, México, taxi, Xola o xilófono? En español, los sonidos representados por las letras j y g también muestran una notable variación según el país o la región, lo que refleja la riqueza fonética y cultural del idioma. Dentro de esta diversidad, destaca el fonema /x/, una consonante fricativa velar sorda, producida al generar fricción entre el dorso de la lengua y el velo del paladar sin vibración de las cuerdas vocales, como ocurre en palabras como jamón, gente o México. En el Alfabeto Fonético Internacional (AFI) se representa como /x/.
Como se observa en la Figura 1, el sonido /x/ se articula en la región velar, representada por el número 7, detrás del paladar duro. La lengua se aproxima al velo del paladar sin llegar a tocarlo. Este punto de articulación puede modificarse ligeramente dependiendo del dialecto o del contexto de habla.

En el mundo hispanohablante, la realización de /x/ varía de forma considerable. En gran parte de Hispanoamérica se mantiene como [x] velar; en el Caribe, las Canarias y algunas zonas de Andalucía suele pronunciarse como [h] glotal, representado por el número 9 en la Figura 1, fenómeno que comparte rasgos articulatorios con el debilitamiento de /x/ en el español centroamericano (Lipski, 1985; Morgan, 2010). En el centro-norte de España aparece con frecuencia una variante uvular [χ], más áspera o “gutural”, representado por el número 8 en la Figura 1 (Frago García, 1985; Hualde, 2005; Harris, 1969; Morgan, 2010; Torreblanca, 1979).
Aunque relevante en la Península Ibérica, esta última variante no forma parte del presente estudio, que va enfocado en el ámbito latinoamericano. La variación alofónica en el mundo hispanohablante hace de /x/ un fonema clave para entender la diversidad dialectal del español (Frago García, 1985; Harris, 1969; Hualde, 2005; Morgan, 2010; Torreblanca, 1979).
Además de la dimensión geográfica, la pronunciación de /x/ cambia según el registro: en contextos formales muchos hablantes refuerzan la fricción velar, mientras que en situaciones informales tienden a relajarse y aspirar, produciendo [h]. Estudios como Lipski (1985) y Morgan (2010) confirman que en el español de las tierras bajas —el Caribe y partes de Centroamérica— la aspiración es un rasgo común, mientras que en variedades de tierras altas se conserva una articulación velar más fuerte. Adicionalmente, la variación del español en diferentes regiones, particularmente en México, depende también de los contextos socioculturales específicos de sus hablantes (Lara, 2008).
Este proyecto nace de mi experiencia personal como hablante bilingüe inglés-español y de mi interés por la fonética del español en contextos de la lingüística de los hablantes bilingües. Desde pequeño he notado que la “jota” no suena igual en todas partes: familiares y amistades de distintos orígenes —mexicanos, centroamericanos o caribeños— producen el fonema /x/ de maneras claramente distintas, aunque todos se entienden sin problema.
Eso me llevó a preguntarme cómo se manifiesta esta variación en hablantes jóvenes que, como yo, combinan el español y el inglés en su vida diaria. Elegí centrarme en /x/ porque combina tres dimensiones importantes: es fonéticamente llamativo, posee una distribución dialectal bien documentada y funciona como marcador de identidad regional (Frago García, 1985; Harris, 1969; Hualde, 2005; Morgan, 2010; Torreblanca, 1979).
Al analizar el habla de dos participantes bilingües con orígenes diferentes, busco conectar la teoría fonética con ejemplos concretos de habla real y mostrar que las diferencias dialectales no representan “errores”, sino variaciones naturales del español.
El estudio se organizó como un análisis especifico de la pronunciación del fonema /x/ en dos estudiantes hablantes bilingües. El Participante 1 (N. H.) tiene 21 años, es bilingüe inglés-español, nacido y criado en Texas, de ascendencia mexicana y estadounidense. El Participante 2 (J. M.), también de 21 años, proviene de El Salvador y comparte el bilingüismo inglés-español, aunque dentro de una variedad dialectal diferente.
Cada uno realizó una prueba de habla formal que consistió en la lectura de una lista de 17 palabras con el fonema /x/ en distintas posiciones, intercaladas con distractores, seguida por un breve párrafo que contenía ocurrencias adicionales. Las grabaciones se llevaron a cabo en ambientes silenciosos y se analizaron auditivamente las realizaciones del fonema, sin mediciones acústicas instrumentales debido al alcance del estudio.
Resultados: La produccion del fonema /x/
Participante 1 (N. H.) – Prueba formal
N. H. presentó un acento leve, característico de hablantes bilingües que crecieron en entornos predominantemente angloparlantes, incluso dentro de comunidades latinas. Este tipo de rasgo ha sido documentado en hablantes de herencia con el inglés como lengua dominante, quienes suelen mostrar una ligera influencia fonética del inglés en su producción del español (Flores & Rosa, 2015; Hualde, 2005).
En palabras largas como Guadalajara y guitarra, tendió a producir una /x/ glotal [h] en lugar de una velar [x], pronunciando aproximadamente [gwa.ða.la.’ha.ɾa]. Este rasgo refleja una articulación más suave, posiblemente influida por su bilingüismo y por la interferencia del inglés. En frases como guardar jamón, la fricción se redujo, mientras que en palabras aisladas el sonido fue más claro y enérgico.
Estas variaciones sugieren una inestabilidad articulatoria común entre hablantes de herencia que emplean el español como lengua menos dominante (Hualde, 2005; Morgan, 2010).

Participante 2 (J. M.) – Prueba formal
El desempeño de J. M. reflejó una pronunciación controlada y consistente del fonema /x/, incluso bajo las mismas condiciones de lectura formal. A lo largo de la prueba, empleó una fricativa velar sorda [x], propia del español centroamericano y de gran parte de Hispanoamérica. No se registraron casos de aspiración [h] ni rasgos caribeños en su habla.
Su frecuencia articulatoria se mantuvo constante y su entonación fue estable, evidenciando un control fonético sólido y una pronunciación cercana a la variedad estándar de la región (Lipski, 1985).
La comparación entre N. H. y J. M. muestra dos patrones claros de producción del fonema /x/. N. H. presenta una articulación variable, alternando entre /x/ velar y [h] aspirada, sobre todo en palabras más largas o frases más complejas. En contraste, J. M. mantiene una realización velar estable [x] durante toda la lectura.
Estas diferencias coinciden con lo descrito en estudios sobre bilingüismo y variación fonética: la exposición dominante a una segunda lengua (en este caso, el inglés) puede generar fluctuaciones articulatorias en el habla del español.
Producción de audios con fonema /x/.
A continuación se presentan los fragmentos de audio correspondientes a la lectura de ambos participantes, donde se observa la producción del fonema /x/.
1: Producción de /x/ por N. H. (escucha de lectura formal)
2: Producción de /x/ por J. M. (escucha de lectura formal)
Como se ilustra en la Figura 3, las posiciones articulatorias del fonema /x/ pueden variar en fuerza y precisión, pero todas forman parte del continuo de realizaciones posibles dentro del español.

Este estudio de caso sobre la fricativa sorda /x/ confirma que un solo fonema puede adoptar formas distintas según el origen dialectal, la historia lingüística y el contexto de habla. En N. H. vemos cómo el bilingüismo y el uso dominante del inglés pueden generar variación e inestabilidad; en J. M. observamos lo contrario: una articulación velar consistente que refuerza la continuidad de su variedad regional incluso en un contexto migratorio.
Más allá de los detalles técnicos, el mensaje principal es que no existe una única “jota correcta”. La pronunciación fuerte, suave o intermedia refleja trayectorias personales, comunidades específicas e historias de contacto lingüístico. Reconocer esta diversidad ayuda a valorar los acentos propios y ajenos, y a entender que la variación es parte natural de cualquier lengua viva.
Estudiar un fonema como /x/ se convierte así en una ventana para apreciar la relación entre sonido, identidad y experiencia bilingüe. Como plantea Wieczorek (1991), la enseñanza del español se enriquece cuando se comprende la variación fonética no como desviación, sino como reflejo de la pluralidad cultural y comunicativa de sus hablantes.
Referencias
Flores, N., & Rosa, J. (2015). Undoing appropriateness: Raciolinguistic ideologies and language diversity in education. Harvard Educational Review, 85(2), 149–171. https://doi.org/10.17763/0017-8055.85.2.149
Frago Gracia, J. A. (1985). Valor histórico de las alternancias grafémicas en los fonemas del orden velar. Revista de Filología Española, 65(3/4), 273–304. https://doi.org/10.3989/rfe.1985.v65.i3/4.492
Harris, J. W. (1969). Sound change in Spanish and the theory of markedness. Language, 45(3), 538–552. https://doi.org/10.2307/411438
Hualde, J. I. (2005). The Sounds of Spanish. Cambridge University Press.
Lara, L. F. (2008). Para la historia de la expansión del español por México. Nueva Revista de Filología Hispánica, 56(2), 297–362. http://www.jstor.org/stable/40300720
Lipski, J. M. (1985). /s/ in Central American Spanish. Hispania, 68(1), 143–149. https://doi.org/10.2307/341630
Morgan, T. A. (2010). Sonidos en contexto: Una introducción a la fonética del español con especial referencia a la vida real. Yale University Press.
Torreblanca, M. (1979). Un rasgo fonológico de la lengua española. Hispanic Review, 47(4), 455–468. https://doi.org/10.2307/472528
Wieczorek, J. A. (1991). Spanish dialects and the foreign language textbook: A sound perspective. Hispania, 74(1), 175–181. https://doi.org/10.2307/344577


