El español es uno de los idiomas más hablados en el mundo. De hecho, alrededor del 8% de la población mundial habla español, y actualmente es el cuarto idioma más hablado (García, 2022). Ahora, ¿qué pasaría si descubrieras que el español no se hablara de “una sola manera” como muchos pueden pensar? Hay muchas maneras de hablar en español; mejor conocidas como dialectos. Los dialectos existen en cada región de habla hispana y todos tienen diferencias entre sí. En este artículo, vamos a echar un vistazo a una familia originaria de La Habana, Cuba, que actualmente vive en los Estados Unidos y cómo sus experiencias han influido en la forma en que hablan desde que llegaron a un nuevo país.
Cuba es un país insular ubicado en el Mar Caribe, y se encuentra justo al sur del estado de Florida. Durante los últimos dos siglos, muchos cubanos han emigrado a los Estados Unidos por razones que estaban “linked to major political events and economic conditions” (Pérez, 1986, p. 126). Eventos como la Guerra Hispano-Estadounidense, las administraciones estadounidenses de Cuba y el primer gobierno cubano impactaron tremendamente a muchos ciudadanos cubanos. Dado que hay una corta distancia entre Cuba y Florida, un gran número de cubanos se han mudado a los Estados Unidos durante las últimas dos décadas. El área del sur de la Florida, que incluye la región de Miami-Fort Lauderdale, está altamente concentrada de cubanos, mientras que otros se pueden encontrar en las ciudades de Nueva York y Los Ángeles (Pérez, 1986). Según a Oficina del Censo de Estados Unidos, más de 2,3 millones de estadounidenses son identificados como de origen o ascendencia cubana en 2017 (Noe-Bustamante et al., 2017).
La cantidad de cubanos que han emigrado a Estados Unidos ha “impulsado una gran cantidad de estudios fonólogicos, sociolingüisticos y léxicos, todos centrados en La Habana y en otras ciudades grandes” (Lipski, 1996/2014, p. 251). Provenientes de La Habana es la familia Ponce Del Barrio: María (la abuela), Luis (el papá), Yanelkis (la mamá), y Darian (el hijo). Después de crecer y vivir en la isla caribeña durante algunas décadas, finalmente se mudaron a los Estados Unidos al obtener una visa de diversidad. Este programa de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos es esencialmente una lotería que selecciona al azar a casi 50,000 personas para convertirse en residentes permanentes en el país (U.S. Citizenship and Immigration Services, 2018).
Primero, la familia vivía en Miami, Florida, que tiene una gran comunidad cubana. En 1994, Miami fue clasificada como el área metropolitana número uno en los Estados Unidos donde los residentes hablan un idioma distinto al inglés en casa. Dado que la ciudad tiene una gran población hispana, se informó que el 95% de esas personas hablaban español en casa (Alfaraz, 2002).
Ahora, la familia vive en Laredo, Texas, que es una ciudad fronteriza. Considerada como una de las ciudades con menor diversidad étnica en los Estados Unidos, Laredo tiene una población de habla hispana del 90%, compuesta principalmente por mexicanos, debido a “the proximity to Mexico and the constant influx of Spanish monolingual immigrants” (Rangel et al., 2015, p. 184).
En cierto modo, podemos incluir que la familia se ha sentido cómoda al continuar hablando su idioma nativo en Miami y en Laredo, que son ciudades dominantes de habla hispana. La pregunta es si su español cubano se ha mantenido igual o ha sufrido algunos cambios cuando dejaron su país de origen.
Es probable que el español de la familia Ponce Del Barrio se haya visto afectado durante el tiempo que vivieron en Miami y especialmente en Laredo. Es posible que su español se haya mantenido igual cuando estaban en Miami debido a la gran población cubana allí. En otras palabras, estaban en un ambiente nuevo que presentaba un ambiente similar al de Cuba. Por otro lado, mudarse a un pueblo al otro lado de México puede haber influido en el español de la familia de una forma u otra. Este movimiento presenta un nuevo ambiente con una atmósfera diferente que consiste en el dialecto y las culturas mexicanos.
Muchas personas de un dialecto del español pueden ser propensas a acomodar aspectos de otro dialecto sin ser plenamente conscientes de ello. Una investigación encontró evidencia de que un grupo de hondureños se adaptó a los comportamientos mexicanos cuando estaban en El Paso, Texas, que es otra ciudad al otro lado de la frontera con México. En su mayor parte, estos autores examinaron los cambios fonológicos, o sonidos, en el español de los hondureños, pero, como se mencionó anteriormente, la sociolingüística, los léxicos y quizás la pragmática — las palabras, frases, y gestos utilizados en las interacciones — se toman en consideración cuando se buscan posibles cambios (Amastae & Satcher, 1993).
Sin embargo, existe la posibilidad que un grupo de hispanohablantes mantenga la mayoría de las características de su dialecto cuando se muden a diferentes lugares. Por ejemplo, otro estudio se centró en los residentes puertorriqueños en San Antonio, Texas, que es una ciudad compuesta principalmente por residentes de origen mexicano. Debido a que hay un pequeño porcentaje de puertorriqueños en San Antonio, es probable que su español se fusione con el español mexicano; sin embargo, la mayoría de los puertorriqueños mantuvo “their linguistic distinctiveness” (Bayley et al., 2012, p. 49).
Durante las vacaciones de primavera, realicé una entrevista con la familia Ponce Del Barrio, en la compañía de mi mamá, Norma Solis. Norma nació en Nuevo Laredo, México, y ha vivido en Laredo durante 23 años. Dada la distancia bastante corta entre Laredo y Nuevo Laredo, Norma con frecuencia se encuentra en cualquiera de las ciudades. Decidí incluir a mi mamá en la entrevista para observer si alguno de los miembros de la familia podría cambiar las características de su español cubano al tener una conversación con una mexicana que acaban de conocer.
Cuando mi mamá y yo entramos por primera vez en la casa de la familia, nos recibieron con abrazos y besos. Todos saludaron con tonos acogedores y amigables. María, sin embargo, fue la más emocionada de conocer a otro hispanohablante. Inmediatamente señaló aspectos de mi mamá de una manera positiva — ella le dijo, “¡Ay, es joven!”
Después de saludarse, la familia y mi mamá dijeron de dónde son originarios, y luego, mi mamá preguntó cuánto tiempo habían vivido en los Estados Unidos. Luis respondió, “Tenemos 18 años aquí. Fuimos a Miami primero, y luego vinimos aquí [Laredo]. Tenemos como siete años aquí en Laredo.” Algo que Luis dijo que se destacó fue, “Florida es Cuba.” Podemos concluir que dijo esto dada la distancia entre Florida y Cuba, así como el número de cubanos que se mudan al estado. Sin embargo, mencionó que Laredo está “mucho más tranquilo. Florida es una locura.” María y Luis dicen que Florida es una locura porque es caro vivir allí, mientras que en Laredo, no es demasiado caro.
Mientras continuaban su conversación, escuché la fonética producida por la familia. Los rasgos fonéticos más comunes que yo escuché fueron la aspiración de la /s/ final y neutralización de /ɾ/ y /l/ final, que son típicos del español cubano (Lipski, 1996/2004, p. 257). La aspiración es cuando la última /s/ de una sílaba o palabra se debilita, por lo que el sonido no se escucha realmente. La neutralización ocurre cuando la última /ɾ/ o /l/ de una palabra o sílaba se intercambian entre sí.
Cada vez que mi mamá comenzó su frase con “es que,” mantuvo la /s/. Cada vez que alguno de los miembros de la familia cubana habló, aspiró la /s/. Así que palabras como “es que, estas, tres, escuela, estados” terminaron pronunciándose como, “e[h] que, e[h]ta[h], tre[h], e[h]cuela, e[h]tado[h]”. En todo caso, escuché la mayor aspiracíon proveniente de Yanelkis. Hablando de la neutralización, cuando escuché a Darian decir la palabra “puerta,” la pronunció como “pue[l]ta.”
Luego, la familia y mi mamá hablaron sobre algunas frases comunes. La primera frase que mencionaron fue “ahorita.” En el español mexicano, la frase indica que algo debe suceder en el próximo minuto. En el español cubano, sin embargo, la frase indica que algo sucederá en un momento posterior. Cuando María le mostró a mi mamá una foto de dos de sus nietos, ella y Luis mencionaron que son “cuates”, a pesar de que luego revelaron que se refieren a ellos como “jimaguas” (Lipski, 1996/2014, p. 260). Al escucharlos referirse por primera vez a los niños como “cuates,” llegué a la conclusión de que han captado algunas frases mexicanas que son diferentes de las habituales cuando viven en Laredo.
Al final de la conversación, les hice preguntas relacionadas con su discurso. Al hablar en familia, María dijo que tienen armonía y a menudo comparten bromas entre ellos. Cuando les pregunté cómo se sentían hablando con mi mamá, todos dijeron que se sentían cómodos hablando con ella por primera vez. Aunque la familia Ponce Del Barrio y mi mamá hablan diferentes dialectos, su idioma español común finalmente produjo una conversación perspicaz y agradable.
Una pregunta adicional que hice fue, “¿Sientes que tu español ha cambiado desde que llegaste a los Estados Unidos?” Los adultos de la familia dijeron que su español ha permanecido igual, pero todos señalaron a Darian, el más joven de la familia, y declararon que su español ha cambiado. Cuando pregunté si alguien había recogido algún dicho mexicano, Darian fue el único que respondió que sí y que los ha recogido principalmente de sus amigos.
De la respuesta de la familia a mi pregunta, es posible que haya un cambio generacional presente en los dialectos. Aunque los miembros mayores de la familia han probado lo que el dialecto mexicano tiene para ofrecer, sus características cubanas se han quedado con ellos a pesar de vivir en otro país. Lo mismo está presente con Darian cuando habla con su familia, pero su comunicación fuera del hogar es diferente. Se afirma que cuando los jóvenes se mudan a un área donde se habla un dialecto diferente al suyo, gradualmente “[they] start acquiring the patterns present in the dialect of the community at large” (Aaron & Hernández, 2007, p. 330). Debido a que ha tenido más contacto con los mexicanos durante su estadía en Laredo, Darian ha adquirido características del español mexicano.
Hablando solo de la conversación, fue interesante escuchar a personas de dos dialectos del español interactuarse entre sí. A pesar de que la familia se mudó de su país de origen y el miembro más joven adquirió costumbres mexicanas, toda la familia ha mantenido en gran medida sus facetas cubanas. Al igual que María dijo acerca de tener armonía con su familia, también había una gran sensación de conexión al interactuar con mi mamá. Dicho esto, aunque hay dialectos del español distintos en el mundo, poder comunicarnos y compartir nuestras características con los demás es lo que hace que el mundo de habla hispana sea tan armonioso y único.
The publication of my article would not be possible without the following people. I would like to thank Dr. Meghann Peace for introducing me to dialectology and guiding me throughout the research process. I would also like to thank the Ponce Del Barrio family — María, Luis, Yanelkis, and Darian — for being wonderful people and giving me the opportunity to learn more about your dialect. Lastly, I would like to thank my mom, Norma Solis, for playing an important role in my research and supporting me in my academics.
Referencias
Aaron, J.E., & Hernández, J. E. (2007). Quantitative evidence for contact-induced accommodation: Shift in /s/ reduction patterns in Salvadoran Spanish in Houston. In K. Potowski & R. Cameron (Eds.), Spanish in contact: Policy, social and linguistic inquiries (pp. 327-341). John Benjamins.
Alfaraz, G. (2002). Miami Cuban perceptions of varieties of Spanish. In D. Long & D.R. Preston (Eds.), Handbook of perceptual dialectology (pp. 1-11). John Benjamins.
Amastae, J., & Satcher, D. (1993). Linguistic assimilation in two variables. Language Variation and Change, 5, 77-90.
Bayley, R. Cárdenas, N. L., Treviño Shouten, B., & Vélez Salas, C.M. (2012). Spanish dialect contact in San Antonio, Texas: An exploratory study. In K. Geeslin & M. Díaz-Campos (Eds.), Selected proceedings of the 14th Hispanic Linguistics Symposium (pp. 48-60). Cascadilla.
García, J.A. (2022, February 9). How many people in the world speak Spanish? Homeschool Spanish Academy. https://www.spanish.academy/blog/how-many-people-speak-spanish-in-the-world/
Lipski, J.M. (2014). El español de América. (S.I. Recuero, Trans.). Cátedra. (Original work published 1996).
Noe-Bustamante, L., Flores, A., Shah, S. (2019, September 16). Facts on Hispanics of Cuban origin in the United States, 2017. Pew Research Institute. https://www.pewresearch.org/hispanic/fact-sheet/u-s-hispanics-facts-on-cuban-origin-latinos/
Pérez, L. (1986). Cubans in the United States. The Annals of the American Academy of Political and Social Science, 487(1), 126-137.
Rangel, N., Loureiro-Rodríguez, V., & Moyna, M. I. (2015). “Is that what I sound like when I speak?”: Attitudes towards Spanish, English, and code-switching in two Texas border towns. Spanish in Context, 12(2), 177-198.
U.S. Citizenship and Immigration Services. (2018, January 11). Green card through the diversity immigrant visa program. https://www.uscis.gov/green-card/green-card-eligibility/green-card-through-the-diversity-immigrant-visa-program
10 comments
gmedellin1
hola sophia el articulo esta muy bueno. me gusto como hablaste de cuba y las fromas en cual los cubanos vienen a los estados unidos y vienen a florida. pero lo que mas me interso fue como hablaste de la frontera porque yo soy de la frontera entonces veo como hablan y como se saludan entre todos. Buen articulo
jsalinas57
Muy interesante ver como puede cambiar un idioma sin saber que esta pasando. Me fascinó aprender que mucha gente ni reconoce que hay un cambio. Trabajo bien echo explicates todo en profundidad.
Nicole Estrada
¡Buen trabajo! Fue intrigante leer el artículo porque es absurdo pensar que algunas personas que han estado hablando un idioma por un tiempo ni siquiera se dan cuenta cuando cambia. Las personas simplemente tienden a acostumbrarse al dialecto que se habla cerca o que escuchan con frecuencia. ¡Gran trabajo en general!
Fernando Milian
¡Muy buen artículo! He disfrutado sobremanera el modo en la que has desarrollado la historia, que ha sido una especie de entrevista y reflexión personal a partir de tus propias experiencias con la familia Ponce del Barrio. Siendo de origen cubano, puedo decirte que la palabra “jimagua (s)” es una palabra que solo se usa en Cuba y sus orígenes no son muy bien conocidos. Jimagua se refiere a cuando dos personas son mellizos o “twins” en inglés. Aunque no se conoce con certeza el origen de este fonema, se piensa que pueda haber venido de las tradiciones lingüísticas heredadas de los africanos que habitaron en Cuba. Seguramente debes saber que en la isla existe hoy una gran influencia cultural y religiosa de las tradiciones africanas que fueron introducidas en el país durante la época de la colonia, y muchas de esas tradiciones han perneado el lenguaje de una manera u otra abriéndose paso en el habla cotidiana.
Una vez más, felicitaciones por tan buen artículo.
Osondra Fournier-Colon
Felicitaciones por su nominación; Espero que estés muy orgulloso porque este artículo es increíble. Como puertorriqueño que vive en una ciudad dominada por mexicanos, escuchar los diferentes dialectos de los hispanohablantes es muy interesante. No tenía idea de cómo surgieron los diferentes dialectos, y compartir cómo se formó el dialecto cubano me hizo querer aprender más sobre el idioma español. ¡Buen artículo!
JoAnna Mendez
¡Hola, Sophia!
¡Muy buen artículo! Me encanto como implementaste un poco de la historia de Cuba, y como ha afectado los dialectos. ¡Muchas de las veces no nos ponemos a pensar como todo tiene concesión, pero aquí lo explicas muy bien!
Justine Ruiz
¡Hola! Este artículo fue muy fascinante de leer porque es una locura darse cuenta de que algunas personas ni siquiera notan un cambio en el idioma que hablan y lo han estado hablando durante un tiempo. Simplemente parece que las personas se ajustan al dialecto que está cerca de ellos o que escuchan constantemente. ¡Buen artículo!
Joy Hernandez
¡Sofía, artículo maravilloso! Realmente disfruté de cómo discutiste brevemente el cambio en los dialectos de estas personas, y cómo nunca se dieron cuenta de este cambio. Incluso mi entrevistado demuestra que nunca notan el cambio en su dialecto. Creo que también depende de la edad de la persona y de cómo puede afectar a su dialecto. ¡Buen trabajo!
Rebecca Colunga
¿Por casualidad hay un estudio sobre qué edad las personas están más influenciadas por el dialecto y qué edad se ven en su propio dialecto?
Sophia Solis
¡Hola Rebeca! Sí — actualmente, una de mis referencias menciona cómo la edad puede ser un factor cuando una persona de un dialecto llega a un lugar con otro diferente. También menciona a qué edad es más probable que las personas adquieran nuevas características del dialecto. La referencia es de Aaron y Hernandez.